Y luché, contra mis deseos, contra esa vocesita en mi cabeza que decía "no pasa nada".
Estuve a punto de convertirme en algo que detesto, en algo que tal vez tardaría en perdonarme, pero no caí en la tentación... Y DE QUÉ DEMONIOS ME SIRVE!!!
Universo... me debes muchas, muchísimas.
A veces es divertido caer.
ResponderEliminar