¿Desde cuándo comenzó a sospechar que usted era zombie?

28/1/10

l'amour, pas pour moi...

¿Desde cuándo comenzó a sospechar que usted era zombie?


Debí saberlo desde aquella noche en que se me acercó en el bar, me dijo que tenía una piel exquisita.

Sú plática era envolvente, era tan simple, despreocupado y torpe. Hacía mucho que no me divertía tanto, por eso acepté su petición de una cita formal.

Pasaba el tiempo y su piel se volvía de una tonalidad más verdosa cada vez.

-Ahora resulta que te manejas por los colores de piel, el hombre es aceitunado. Decía mi mejor amiga. “Aceitunado”, aun no comprendo el término.

¿Cómo no me di cuenta? Yo pensé que alababa mi inteligencia cuando con cariño me decía:

-Querida, me parece que tienes un cerebro suculento.

Tu piel, oh sí, tu piel y tus huesos se han convertido en algo hermoso. Siempre cantaba y para mí, era romántico.

Su mirada lograba derretirme, me observaba con la misma mirada que un niño dirige a un dulce, la misma mirada de un perrito afuera de una carnicería, yo me sentía halagada, por supuesto. Sus ojos, siempre me gustaron sus ojos, tenían ese tono amarillento que jamás había visto en alguien.

Por qué tuve que esperar a ser mordida para darme cuenta de que estaba enamorada de un zombie. Creo que hemos devorado juntos a más de la mitad de mis conocidos.

No quiso comer mi cerebro, dice amarme demasiado. Soy una “no-muerta” en el mundo de los vivos, fingiendo estar viva. Pero al menos nos tenemos el uno al otro, hasta que nuestra carne se vuelva pútrida, seamos inservibles y desaparezcamos en el murmullo del viento.


19/1/10

momentos incómodos presenta:

Desnudez expuesta

Advertencia: esta historia es todo, menos sexy.
Todo empezó cuando me encontraba platicando con mis amigos durante una fiesta/peda/noche-de-películas-y-NFL que se me vino a la mente lo que hoy les relataré:

  • Desnudez expuesta No. 1: Pronto habría una boda en la familia y me di a la tarea de encontrar el vestido más maravilloso y que me hiciera ver como una rockstar. Entré en una tienda, escogí a los posibles afortunados y acto siguiente, me encontraba en un vestidor a punto de medirme 6 vestidos. Como iba acompañada de mi madre y quería que me diera su opinión, le pedí que se quedara conmigo en los vestidores, a lo que ella accedió de mala gana. Entonces me desvestí y estaba a punto de ponerme el primer vestido cuando alguien me abre la cortina. Sí, una perfecta desconocida estaba ahí, observándome, yo tan desnuda, tan frágil, tan indefensa. Se disculpó, pero no dejaba de verme y no se iba. Es una de esas veces en las que agradeces haberte puesto rompa interior bonita y que además hacía juego.

  • Desnudez expuesta No. 2: Un Doctor que me daba clases en la facultad nos pidió a unos compañeros y a mí que lo ayudáramos en un curso que iba a ofrecer. Nuestro trabajo era ser maquillados como si hubiésemos tenido un terrible accidente y actuáramos como tal. Para eso nos prestaron ropa que se pudiera manchar de sangre falsa. Éramos 4 y el lugar destinado a la caracterización era muy reducido y sin divisiones, por lo que tuve que desvestirme ahí en frente de todos. Pronuncié el usual "no volteen" y acto seguido, tenía a dos chicos viendo fijamente mis atributos... otra vez agradecí por la ropa interior bonita.

  • Desnudez expuesta No. 3: Todo en mi vida es música, me la paso cantando y bailoteando, incluso en la ducha (sip, desde aquí mi historia es predecible). Mi hermana se encontraba maquillándose en el baño mientras yo tomaba una ducha. Estaba dando uno de mis conciertos, con coreografía y todo cuando de repente resbalé y terminé tirada, golpeada y sin poder parar de reír por mi estupidez, de pronto sentí un poco de frío, volteo y ahí estaban, mi hermana y nuestro yorkie, observándome, ahí, tirada, tratando de esconder mi desnudez... y antes de preguntar si estaba bien, mi hermana sólo atinó a decir: "qué rosa estás".
FIN

Drama Queen

¿te molesta mi presencia, corazón?
¡Qué maduro, qué maduro!
aplausos...

14/1/10

Otra vez tengo una basurita en el estado de ánimo

Don't look at me that way
It was an honest mistake
Don't look at me that way
It was an honest mistake
An honest mistake


Y sin embargo me hiciste sentir como la peor persona del mundo... no exagero

12/1/10

María Laura, por favor...

(lea esta breve introducción fingiendo ser francés con muy mal español)
Como cada que inicia un nuevo semestre, los profesores piden a sus alumnos que se levanten, se presenten, digan su edad y de dónde son... observemos:

-Hola m'ija, ¿cómo te llamas?
-María Laura.
-¡aaaaaaaaaah! ¡Laurita!
-M A R Í A L A U R A
-Sí, ¿de dónde eres LAURITA?
-Screw you! (para mis adentros, claro...)

Nota: no es que no me guste el nombre, no estoy acostumbrada, además, ¿para qué rayos preguntan cómo quieres que te digan si te llaman como se les da la gana?

11/1/10

¿Porqué tiene que crecer uno?

¿Porqué tenemos que abandonar nuestros hogares?
Cada que inicia semestre es lo mismo conmigo, esta nostalgia, este nudo en la garganta, ya los conozco bien, me sorprende seguir sintiéndolo después de tantos años.
Estoy de llorona y es culpa de mi mamá, "te voy a echar mucho de menos" me dijo mientras me abrazaba y, aunque yo sentía que en cualquier momento iba a empezar a llorar histéricamente , logró robarme una sonrisa aventándome besos mientras abordaba mi autobús.
Duele abandonar a la familia, pero es genial reencontrarse con la familia que uno escoge: los amigos.
Es curioso como uno logra crear lazos tan especiales con alguien que alguna vez no fue más que un extraño.
No quiero sonar presumida, pero me puedo dar el lujo de decir que tengo a los mejores amigos del mundo.
Como siempre, no podíamos parar de reír, hablar todos a la vez, crear ese gran alboroto usual.
Los besos, los abrazos, las felicitaciones, los buenos deseos... es muy bueno estar en casa, en mi otra casa.

6/1/10

odisea Gaby Fest 2010

Ayer fue el cumpleaños de una de mis mejores amigas e increiblemente (después del chantaje emocional, mi pequeño drama de medio día y unas lagrimitas), me dejaron quedarme a dormir en su casa, en otra ciudad, a una hora con 10 minutos de mi casa.
La noche fue divertidísima, algo geek... pero eso me encanta.
Fui acosada terriblemente, pero eso no arruinó la velada.
Hoy nos levantamos tarde, comimos rico y tomamos café, luego fue hora de regresar a casa.
Llegué a la central y un autobus estaba a punto de salir a mi destino. Anunciaron mi salida y mi peor mejor amigo de todo el mundo no estaba por ningún lado para despedirme y mi amiga tuvo que salir a buscarlo mientras yo me adelantaba.
Sentí que alguien caminaba muy cerca de mí, volteo y me encuentro a un extraño muy sonriente que me dice: "confiésame todos tus pecados"
"yo soy un alma libre de pecados señor"- le dije.
"quedas absuelta si me muestras tu boleto"- me dijo sin borrar aun su sonrisa, comprendí que era el chofer del autobús que estaba a punto de tomar.
De ahí siguieron preguntas como: a dónde vas, cuánto te cobraron, eres estudiante, puedo ver tu credencial, porqué no tienes lentes en la foto de tu credencial, qué número de asiento te tocó...
eran demasiadas preguntas, a las cuales yo me limitaba a contestar con monosílabos.
"tu boleto no tiene el número de asiento, tendrás que irte parada"- me dijo burlón.
En eso llegaron mis amigos y me despedí con abrazos apretados y múltiples besos en las mejillas.
Subí al autobús y le dije al chofer: "¿y entonces?"
"pueeeees, busca un lugar desocupado y si no encuentras te puedes venir aquí conmigo, aquí hay otro lugar" obviamente me fui con él.

FIN

No es cierto, jamás lo haría, todos conocen lo mucho que me molestan los extraños confianzudos.
Me senté al lado de una rubia de farmacia, todo iba bien y extremadamente normal, hasta que me dijo: "me cambiaré de lugar para ir más cómodas" y se fue.
Comencé a pensar que algo estaba mal conmigo, revisé mi aliento, olí mi ropa, revisé que no estuviera invadiendo su asiento y todo estaba completamente normal. Fue entonces que llegué a la conclusión de que ella era una poderosa lectora de mentes y como yo estaba pensando en muchas cosas y de una forma muy rápida, se desesperó y se fue a buscar a alguien que pensara menos.
Pero creo que no lo encontró, porque después de 15 minutos regreso a mi lado.
Y unos cuantos minutos después por fin había llegado a mi destino.
Me bajé del autobús y lo primero que veo es a alguien ofreciéndome su mano para ayudarme a bajar... ooooh sí, el chofer galán ataca de nuevo... "¿todo bien mija?" "todo bien, gracias" sonreí y huí. Cené tacos.

Ahora sí FIN