jamás te recuerdo porque nunca te olvido

Estoy muy triste, igual que hace un año, cuando te nos fuiste. Sólo tengo ganas de esconderme a llorar.

Quiero encerrarme a ver fotos y llorar todo lo que quiera.

Quiero ir a misa, quiero estar con la familia, pero tengo muchas cosas que hacer.

Hoy no quería levantarme, quería pasar el día dormida y no acordarme de nada, pero salí de la cama regañándome, convenciéndome de que no me podía regresar un año con lo que me ha costado salir adelante.

Si me vieras... estarías feliz de lo valiente que me he portado, pero hoy no pude, no pude.

Me dueles, todavía me dueles y me haces falta.

Te extraño como nunca y te amo como siempre.

Quise no llorarte pero desde que sonó el despertador vino a mi memoria cada segundo de ese día en que me quedé sin ti.

Y sé que soy muy afortunada por haber tenido a alguien que me quisiera tanto, pero me haces mucha falta.