¿Desde cuándo comenzó a sospechar que usted era zombie?

6/2/10

Se me perdió la cadenita...

La historia que narraré a continuación no me sucedió a mí ni a ninguna de mis amigas.

Hacía tiempo que Rismor, Nethja, Finajóse, Nicamo, Byga, Diana y Renka, querían pasar una noche de chicas. Tomar, platicar, bailar y conocer galanes estaba dentro de sus planes. Estaban muy emocionadas, sería noche de karaoke, eso creían ellas.

Al llegar al lugar acordado se dieron cuenta de que ninguna había hecho reservaciones y al preguntar les notificaron que todo el lugar estaba reservado. Ni las sonrisitas coquetas al encargado les consiguió un lugar. Y así se fueron, un poco molestas, a buscar otro lugar para divertirse. Comenzaba a hacer frío y decidieron meterse a un bar... estaba lleno, solo había lugar afuera y ninguna de ellas quería morir congelada. Así que agarraron sus cosas y fueron a buscar resguardo a otro lugar.

El frío comenzaba a pegarles, pero no importaba, era muy divertido estar todas juntas, sus risas y taconeos podían escucharse por toda la ciudad.
Al final llegaron a un lugar en donde se suponía podrían escuchar un poco de trova, pero estaba completamente vacío. Como sea, decidieron quedarse y entre el chismorreo, sin darse cuenta de pronto ya pasaban de las once.

-Volvamos al Karaoke, para esta hora ya se perdieron las reservaciones. Dijo una de ellas.

Y así se fueron, en el camino iban decidiendo de una vez qué iba a cantar cada quien, hasta que un ritmo cumbianchero las sacó del mundo del karaoke.

-¿No quieren mejor ir a bailar un poco?

-¡No! Ese no es lugar para nosotras, ¿ya vieron qué tipo de gente va?. O algo así dijo otra.

-¡Ay! No seas fresa, vamos, el chiste es divertirnos. Se tomaron todas de la mano y cruzaron la calle decididas a entrar.

Ya estando ahí frente a la entrada se percataron de que había cover y no quiero sonar despectiva o elitista... pero por lo menos YO, en mi humilde opinión, no pagaría por entrar en ese lugar. Pero bueno, yo ni siquiera estaba ahí.

Las siete amigas estaban decididas a irse, al karaoke, como lo habían planeado y ya se estaban yendo cuando de pronto un extraño tomó de la mano a Rismor, la abrazó y le dijo que entrara de una vez o si no, les cobraba. Y así fue como se introdujeron en ese lugar.

Una vez que estuvieron acomodadas todas interrogaron a la pobre Rismor. Resulta ser que ese extraño era Torhec, exnovio muy pero muy guapo de Rismor.
Después del interrogatorio, no les quedó más opción que bailar, total, ya estaban ahí. Pobres de ellas, las mujeres las veían con ganas de matarlas, o por lo menos de golpearlas hasta quitarles lo arregladas. Los hombres las asediaban, pero jamás alguna de ellas cedió. Bailaron mucho y ríeron a morir, hasta que el asedio se volvió cada vez mayor y decidieron irse.

A la salida Torhec esperaba a Rismor, para pedirle su número, Rismor lo pensó por un momento, ella es muy decente y no le da su número a cualquiera, pero a él ya lo conocía así que se lo dio.
Y por fin, por fin las siete amigas pudieron llegar al karaoke, donde terminaron su noche entonando a todo pulmón sus canciones favoritas.

FIN


3 comentarios:

  1. "ella es muy decente y no le da su número a cualquiera" JAJAJAJAJA ya me quitaste las ganas de llorar por esa estrella mía desconocida, que me obliga a querer a todas las estrellas :S (mjam, espera-- ya volvió ese mood)

    ResponderEliminar
  2. yeah!!! me gustan los finales felices!!
    jejejejejeje
    pero morris.. como conociste esa
    historia de manera tan detallada?? xD lol

    ResponderEliminar
  3. Karabá: ninguna de nosotras conoce a Rismor, ok?
    Faniiie: lo sé porque... porque todo ocurrió en mi imaginación... sí, mi imaginación, no fue real!!!

    ResponderEliminar